A Nicolás Petro y su compañera sentimental los grabaron desnudos los de la Fiscalía
Varios abogados penalistas de diferentes vertientes de pensamiento político manifestaron que en la captura de Nicolás Petro, el hijo del presidente de la república, Gustavo Petro, habría habido excesos, desproporcionalidad y hasta vejámenes al derecho a la intimidad de la pareja.
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La captura
A las seis de la mañana del sábado 29 de julio llegaron al apartamento de Nicolás Petro, al norte de Barranquilla, agentes de la Fiscalía para cumplir con una orden de captura en su contra. El hijo del presidente y también diputado del Atlántico estaba con su actual pareja, Laura Ojeda. 149 días antes, el 2 de marzo, su exesposa, Daysuris Vásquez, había destapado el escándalo.
La captura de Nicolás Petro incluyó un allanamiento a su apartamento (donde encontraron 25 millones de pesos en efectivo cuya procedencia ya la explicó su abogado durante la audiencia de legalización de captura como también le incautaron su celular y computador) y el traslado suyo, y de su exesposa desde Barranquilla en el avión de la Fiscalía. El operativo ocurrió cuando empezaba el último día de inscripciones de candidaturas para las elecciones regionales.
Desproporción en el operativo
“Desplegar 15 personas para llegarle a una persona conocida, que no va a responder con armas, es desproporcionado. No importa su filiación política, su dinero, cuando se presentan estas situaciones, no se debe desplegar un operativo que genera impacto, además, en un lugar residencial”, dijo el abogado penalista Iván Cancino.
Agregó que, “es claro que hubo un exceso. Desafortunadamente en Colombia, no solamente en este caso, nos enfrentamos a que las órdenes de captura tienen muchos vacíos y los abogados en las audiencias no podemos debatir los requisitos objetivos que las motivan".
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