Treinta presuntos guerrilleros de camuflado y fusil habrían participado en la masacre de Acevedo
Todo un pelotón movilizó el grupo armado, al parecer disidencias de las Farc, para perpetrar la masacre de la vereda Playitas en el corregimiento de San Adolfo, jurisdicción del municipio de Acevedo, al sur del Huila.
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Un número de hombres desproporcionado para atacar a una familia inerme que solo tenía algunos trabajadores en su finca, cuyas únicas armas son los cocos para recolectar café o machetes y guadañas para desmalezar las plantaciones.
Una de las víctimas fue el esposo de Melfi Lasso Hoyos, la presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Playitas, quien fue ultimado junto a dos trabajadores que habían contratado recientemente en su finca.
El episodio de terror inició a eso de las 8:00 de la noche del fatídico domingo 6 de octubre con la llegada de treinta hombres vestidos de camuflado y con armamento tipo fusil que irrumpieron en la propiedad y se identificaron como miembros de las disidencias de las Farc.
Allí ataron de pies y manos al señor Fabio Ojeda Muñoz y a dos trabajadores más que solo habían completado dos días laborando como recolectores de café. En medio de súplicas para que les respetaran la vida se los llevaron con rumbo desconocido.
Los criminales antes de huir accionaron sus armas de fuego contra la fachada de la vivienda y detonaron un artefacto explosivo tipo granada que habían lanzado durante el acto terrorista con el fin de evitar la reacción de las otras cinco personas que se encontraban en la finca.
Posteriormente los vecinos del sector hallaron dos cadáveres en una vía a cinco minutos de distancia del lugar del plagio con múltiples impactos de bala en sus cuerpos. Una de las víctimas presentaba cuatro disparos en su cabeza, mientras que el segundo solo tenía uno en la zona frontal con orificio de salida en la región occipital. Es de precisar que al lado les habían dejado unos panfletos alusivos al frente Rodrigo Cadete del Bloque Jorge Suárez Briceño al mando de alias ‘Calarcá’.
Allí mismo se encontraba don Fabio, el esposo de Melfi, aún con vida, pero en estado crítico a consecuencia de un disparo en la región occipital de su cabeza. Los agricultores que lo encontraron lo llevaron al puesto de salud de San Adolfo, donde posteriormente fue remitido de urgencia al Hospital Departamental San Antonio de Pitalito.
Mientras era llevado al Valle de Laboyos, el paciente lamentablemente falleció en el camino por lo que fue retornado al centro de salud de San Adolfo, para los actos urgentes.
De Ojeda Muñoz se conoció que tenía tres anotaciones en el SPOA de la Policía como indiciado por los delitos de violencia intrafamiliar, receptación y lesiones culposas.
La muerte estaría anunciada
Este triple homicidio se dio tras la distribución de panfletos en la zona que generaron días antes incertidumbre en la comunidad. No se descarta que el ataque obedezca a un ajuste de cuentas.
En el sitio hicieron presencia las unidades de la Seccional de Investigación Criminal, en coordinación con el Ejército Nacional, para recopilar toda la información que conduzca a establecer las causas y direccionar la investigación hasta los responsables.
Los cuerpos de los dos recolectores de café fueron conducidos al Instituto de Medicina Legal, para llevar a cabo su plena identificación.
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