Sergio Zúñiga continúa recibiendo adhesiones del pueblo

 

Desde el pasado 15 de marzo cuando el excandidato a la Cámara de Representantes, Sergio Zúñiga Ramírez, anunció su decisión de presentar su nombre para ser ungido como candidato a la alcaldía de Pitalito no ha parada de crecer en popularidad. 

Los primeros que llegaron al otro día de su anuncio fueron los cientos de líderes que le ayudaron con ahínco hace un año en su aspiración a la Cámara, quienes desde los barrios y veredas hicieron cola, y con paciencia esperaban para poder hablar con el líder político y expresar su firme determinación de que en este nuevo proyecto trabajaran con triple esfuerzo. 

Sentado en una silla con una pequeña mesa como escritorio, en un alejado restaurante ubicado en la zona suburbana de la ciudad de Pitalito que se fue convirtiendo con el correr de los días en su sede de campaña, desde las siete de la mañana, Sergio Zúñiga escucha pacientemente con atención a mujeres, hombres, jóvenes y personas de la tercera edad sus inquietudes pero también las propuestas, porque con ello enriquece su conocimiento para enterarse más sobre las principales necesidades de la gente. 

A las cinco de la tarde emprende los recorridos por veredas donde esos líderes le han programado reuniones con la gente de sus lugares a los que este carismático líder abraza, sonríe con ellos y escucha esas palabras sinceras de los campesinos, quienes expresan su deseo de acompañarlo en este camino que lo llevará sin duda a la alcaldía. 

A las ocho de la noche lo esperan tres y a veces hasta cuatro reuniones en las viviendas de algún barrio de la ciudad donde al calor de un café discute y plantea a estas personas sus propuestas para cambiar a Pitalito. Pero también escucha la opinión de la gente, pues una de las virtudes de este sencillo líder es que sabe escuchar con paciencia los planteamientos que cada ser humano expresa a modo de sugerencia o propuesta. 

De esta forma, Sergio Zúñiga ha empezado a crecer en popularidad con un trabajo silencioso, sin publicidad, sin parafernalias, solo con un firme propósito, servir a la comunidad como lo hizo por muchos años al frente de instituciones de salud donde tuvo la oportunidad de gerenciar.