El ocaso del Patricio a quien no le quiere cuajar su reelección
Atrás quedaron aquellos brillantes años en que llenaba plazas de pueblos y barrios, coloridos de rojo, llenos de pancartas y estandartes alusivos a sus aspiraciones a Cámara o Senado, y era sacado en hombros como el gran líder de la renovación liberal, enfrentado a sus copartidarios, Jorge Eduardo Gechen Turbay y Guillermo Plazas Alcid, disputándose las mayorías de su partido, cada uno en su tolda.
Incluso se daba el lujo de cobrar 10 mil pesos en la campaña de 1998 para el Senado, solo para participar de una cena con él en el Club de la Caja Agraria, ubicado en esa época donde hoy está el San Pedro Plaza de la ciudad de Neiva. Las boletas se agotaban rápidamente.
Su campaña para la gobernación en 2004 la hizo sin mítines populosos, solo en salones de hoteles de los pueblos y ciudades, pues las amenazas de las Farc a los políticos los asustó hasta llegar a esconderse para no ser víctimas de secuestro o hasta asesinatos.
Aún así, ganó la gobernación del Huila con un amplio margen sobre su contendor, el Conservador, Luis Jorge Sánchez. Después logró ser electo tres veces senador de la república, la última vez colgado del dedo meñique, pues casi se quema. Para las del 2022 no quiso arriesgarse, pues sabía que se quemaba.
No le acuden a las reuniones
No le ha ido muy bien a Rodrigo Villalba mostrar su nombre para una posible candidatura a la reelección para la gobernación del Huila, y aunque no ha dicho que quiere ser candidato, desde ya el rechazo de la mayoría de los huilenses es bastante evidente. No le van a las reuniones programadas y en las redes sociales recibe a diario toda clase de comentarios nada halagadores, incluso algunos despectivos.
El sábado 4 de marzo estuvo en el municipio de Acevedo y fue muy poco el entusiasmo que despertó su presencia. Y eso que estuvo acompañado del gobernador Luis Enrique Dussán, que parece ser una especie de jefe de debate de su aspiración.
Su más reciente aparición fue el sábado 11 de marzo en el corregimiento de la Ulloa jurisdicción del municipio de Rivera, su lugar de nacimiento. Este medio se enteró que se podían contar con los dedos de las manos los asistentes al evento, en su mayoría con rostros aburridos al escuchar su discurso. Sus publicistas tuvieron la precaución de no mostrar los pocos acudientes y solo fotografiaron al cansado Patricio Liberal, quien parece haber llegado al ocaso de su vida política.
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