Turba enardecida asesinó un hombre, torturándolo y le habrían cercenándole el pene, en Suaza

 

Un demencial acto de intolerancia tuvo lugar en el municipio de Suaza, al sur del departamento del Huila, donde un hombre fue brutalmente golpeado, sometido a las más crueles torturas y vejámenes por parte de una turba enardecida. 

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El horroroso hecho se presentó en horas de la mañana del domingo 27 de agosto, a la altura del centro poblado del corregimiento de Guayabal, cuando presuntamente la víctima habría pretendido asaltar a los pasajeros de un bus de servicio público, afiliado a la empresa Líneas Verdes que cubría la ruta Florencia-Bogotá, en compañía de otro hombre. 

Mujer pequeña pero de corazón grande:

De acuerdo a las versiones de testigos del hecho, varios de los pasajeros opusieron resistencia y lograron reducir a los dos asaltantes, los bajaron a la vía y  uno de ellos emprendió la huida, mientras el otro fue objeto de los más reprochables vejámenes. 

Según cuentan los testigos, un grupo de personas, vecinos del sector de Guayabal, despojaron a la víctima de sus ropas, comenzaron a golpearlo salvajemente, utilizaron armas cortopunzantes para hacer pequeños cortes sobre su piel, lo molieron con objetos contundentes como palos y piedras, y no contentos con toda esta tortura, le habrían cercenado sus genitales utilizando un filoso machete. 

Vecinos del sector llamaron a la Policía acantonada en el área urbana de Suaza, quienes acudieron al sitio acompañados de una ambulancia que trasladó al hombre agonizante hasta el Hospital local del municipio, pero la víctima falleció debido a la complejidad de las heridas recibidas.

Imágenes fuertes e impactantes: 

La identidad de la víctima fue establecida preliminarmente como Juan Miguel Carvajal Lozada de 31 años de edad, residente en el corregimiento de Gallardo, jurisdicción de este mismo municipio.    

Se espera que organismos humanitarios de Derechos Humanos, intervengan para tratar de concienciar a las comunidades de tener el más mínimo respeto por el Derecho Internacional Humanitario, pues hasta en las guerras más cruentas prima el derecho de los prisioneros de guerra para no ser maltratados, ni mucho menos sometidos a esta clase de vejámenes como los que salvajemente se puede evidenciar en este repudiable hecho. 

También se espera que la Fiscalía General de la Nación, haga una minuciosa investigación para determinar responsabilidades sobre este horrendo crimen, el cual inclusive habría sido perpetrado ante la presencia de menores de edad.